jueves, 11 de agosto de 2016

Algo más sobre los matrimonios del rey


No tenemos, ni creemos que exista, respuesta médica concreta sobre la longevidad de los hombres solteros en comparación con los que disfrutan de una situación matrimonial. Las expectativas de vida masculina debe ser más una cuestión genética y de salud que de otra cosa. Pero, rebuscando entre los casos que puedan contribuir a formar una opinión sobre este escabroso asunto, nos hemos encontrado sorpresivamente con uno histórico que atañe a la vida personal de Felipe II.
Resulta que, tras conocer como casi todo el mundo sabe, que nuestro rey pasó por cuatro matrimonios a lo largo de sus 71 intensos años de vida, de la lectura de El rey imprudente, de Geoffrey Parker, hemos aprendido que hubo otro quinto y último intento que, si bien no llegó a consumarse, si que nos parece, amén de anecdótico, altamente ilustrativo para responder a la pregunta que nos hemos formulado en el título de este apunte.
Ciertamente sabemos que Felipe II se casó con María de Portugal, María Tudor, Isabel de Valois y Ana de Austria, enlaces todos ellos impulsados por razones de estado y por la constante búsqueda de un heredero. Entre los cuatro hubo de todo, amor verdadero, frustración, apasionamiento, displicencia, y hasta la nefasta e infundada Leyenda Negra introdujo sus sucias garras en alguno de ellos, aportando elementos dramáticos de celos y asesinatos que proporcionaban la necesaria espectacularidad al libelo de turno.
Pero leyendo al ameno historiador, nos hemos enterado de que, tras enviudar de Ana de Austria, a sus 55 años, a Felipe II se le pasó por la mente volver a casarse, eso si, con alguna princesa que fuese bastante mas joven que él. Y no era la primera vez que el monarca apetecía la relación con pretendientas de edades sensiblemente inferiores a las suyas. En efecto, en el momento de sus primeros esponsales con María de Portugal, ella contaba con 15 años, Isabel de Valois tenía solo 14 cuando contrajo matrimonio en 1560 y en la cuarta ocasión, su sobrina Ana de Austria tenía 21 frente a los 43 del rey por aquel año de 1570.
Desde luego, al menos en este asunto, el rey no hizo caso a los consejos de su padre, el emperador Carlos, que le había advertido:

El sexo suele ser dañoso, así para el crecer del cuerpo como para darle fuerzas, muchas veces pone tanta flaqueza que estorba para hacer hijos y quita la vida como lo hizo al príncipe don Juan, por donde vine a heredar estos reinos.

Pero, tras desatender aquellos paternales consejos, Felipe, por una última vez, puso su mirada en otra joven sobrina, la archiduquesa Margarita que contaba con escasos 15 años y que era hija de su hermana la emperatriz María, la cual quedó espantada ante tal despropósito que contravenía su proyecto de que María ingresase como monja en las Descalzas de Madrid, tal y como finalmente sucedió.


Margarita, ya de monja en las Descalzas, Imágen 35 del citado libro 

Escuchando a sus ministros y consejeros, los esponsales ofrecían buenas perspectivas: Margarita era joven, no era extranjera y pertenecía a la casa de Austria, siendo la mejor candidata de aquel momento. Pero la oposición materna y el propio rechazo de Margarita hizo que la idea no funcionara y el mismísimo Felipe II fue rechazado a sus 58 años, ante la sorpresa de todos y con el respiro del embajador imperial en Madrid, Khevenhüller, que anotó en su Diario:

Su majestad, con su prudencia, ni se había de casar con la serenísima infanta ni con otra alguna, porque según el parecer de los médicos podía vivir su majestad algunos años más si no se casaba; y casándose no le darían un año de vida.

¿Se haría eco el citado embajador del parecer de su tiempo en el sentido de que la actividad sexual intensa acortaba irremediablemente la vida, al menos de los hombres?
No lo sabemos. Como el lector siempre desea que el autor se pronuncie sobre la materia tratada, tendré que dar mi opinión. Pero como ando ahora por tierras gallegas, no puedo contestar de otra manera: depende….

BIBLIOGRAFÍA:
Parker, G., El rey imprudente, Planeta, 2015, pg 231.  

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